Como parte de las medidas acordadas en la mesa de trabajo que permitió poner fin a más de una década de disputas judiciales entre la Municipalidad de Puerto Montt y la administración del Terminal, desde este lunes el recinto cuenta con tres nuevos guardias de seguridad que reforzarán la protección de los usuarios y la operación del rodoviario.
El alcalde de Puerto Montt, Rodrigo Wainraihgt, destacó que esta acción forma parte de un plan integral de seguridad.
“Son tres guardias, con todas las condiciones y la preparación necesaria, porque queremos seguir garantizando la seguridad de este sector. Cambiamos también todas las luces LED frente a la Plaza Camahueto, y se vienen más acciones para el Terminal de Buses, así que seguimos avanzando con la seguridad de nuestros usuarios y vecinos”, señaló.
Por su parte, el administrador del Terminal de Buses, Marcelo Aguilera, explicó que la labor de los guardias será preventiva y operativa, principalmente para evitar el ingreso de personas por la zona de salida de buses.
“Estamos trabajando en conjunto con la Municipalidad, y una de las primeras medidas que estamos concretando es la presencia de guardias en la losa para evitar el ingreso por el sector prohibido. Era una necesidad planteada hace tiempo y hoy se está materializando”, indicó.
Aguilera agregó que estas acciones apuntan a mejorar la experiencia de los usuarios y optimizar la operación general del recinto, que cada año recibe alrededor de 10 millones de pasajeros.
“Queremos que los puertomontinos y los visitantes perciban que estamos avanzando en conjunto hacia un terminal más seguro, moderno y ordenado”, añadió.
Un nuevo comienzo para el rodoviario
El fortalecimiento de la seguridad es una de las primeras mejoras que surgen tras el acuerdo extrajudicial alcanzado a comienzos de octubre entre la Municipalidad de Puerto Montt y la Inmobiliaria del Pacífico S.A. (IPSA), que asegura la administración del recinto hasta el año 2051.
El convenio considera el pago de más de 154 millones de pesos en concepto de multas, distribuidos en ocho cuotas, y marca el cierre de cuatro causas civiles iniciadas entre 2017 y 2018.
Este nuevo escenario permitirá concretar una serie de inversiones en infraestructura y servicios, entre ellas la instalación de 20 nuevas cámaras de vigilancia, para completar un total de 62 con grabación permanente y monitoreo en tiempo real, además de una caseta de seguridad en los andenes coordinada con Carabineros.
También se contempla el aumento de asientos para pasajeros de 52 a 92, la instalación de pantallas informativas y sistema de sonido, y mejoras en los servicios sanitarios, los cuales tendrán uso gratuito y preferente para los conductores de buses.